MANIFIESTO Y DECÁLOGO

JAÉN, TRADICIÓN OLIVARERA

Jaén, al sur de España, es la capital del municipio español con el mismo nombre, dentro de la comunidad autónoma de Andalucía.

Ubicada en el sur de España, ocupa una situación geográfica de gran importancia estratégica a lo largo de la historia. Se han encontrado en su núcleo urbano varios de los asentamientos humanos más antiguos de Europa. De la misma forma, tuvo gran importancia en la historia de Al-Ándalus así como en el Reino de Castilla.

Esta herencia de culturas (árabe y cristiana) unida a la riqueza de las tierras fértiles de cultivo y extensos olivares a sus alrededores se ve reflejada en su gastronomía compuesta de culturas y paisajes; de verduras de sus huertas, de carnes de caza, de pescados de los ríos de montaña, de pan y de tapeo. Una cocina popular donde la vanguardia tiene también tiene su hueco.

Pero sobretodo, esta gastronomía pivota alrededor del aceite de oliva, símbolo social, cultural y culinario de la ciudad; un ingrediente que se sitúa en el eje fundamental de la dieta mediterránea.

En Jaén, el aceite de oliva tiene un papel no solo en la gastronomía, sino en la economía históricamente y que se mantiene en la actualidad.

Los olivares, que cubren gran parte de su término (más de 60 millones de olivos), son los protagonistas de la actividad económica más importante de la provincia: la producción de aceite de oliva. Jaén es la mayor productora de aceite de oliva a nivel mundial.

El lema que recibe la ciudad es, de hecho, Capital Mundial del Aceite de Oliva.

DECÁLOGO

1. Ser símbolo cultural, social, económico y culinario de la ciudad con nuestro aceite de oliva virgen extra.

2. Conservar una tradición, la olivarera, construida con orgullo a lo largo de los siglos, que es nexo de culturas de distintos lugares del mundo.

3. El olivar: catalizador de la vida jiennense.

4. Luchar contra el cambio climático gracias al papel del olivar como proveedor de recursos energéticos de biomasa.

5. Contribuir a la salud y bienestar de las personas gracias a las propiedades antioxidantes del aceite de oliva virgen extra y las grasas insaturadas que reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

6. Un único ingrediente al servicio del mundo. Simple, humilde, sin pretensiones. Un líquido que une, que cura, que limpia, que alimenta.

7. Generar nuevas oportunidades de emprendimiento a través de los subproductos derivados del olivar.

8. Divulgar los artes y saberes de una cultura milenaria a través de actividades como el Oleoturismo donde la gastronomía es fundamental.

9. Revalorizar el producto local sumado al aceite de oliva como ingrediente principal de una gastronomía auténtica y creativa.

10. Contribuir al desarrollo social integrando y exportando prácticas que mejoren la calidad de vida de las personas.